lunes, 24 de junio de 2013

Trastornos








Este maldito dolor que atenaza
este maldito golpeteo en mis sienes estrujadas
este tiempo inseguro con sus campanadas
amedrantando al caminante que se acerca a las olas...
olas que desalan la conciencia de un energúmeno con templanza.

Un botarate que cree, que el plenilunio marca sus mareas,
un bipolar sentimental en busca de las auroras del alma
un correcaminos persiguiendo al coyote del amor
escápandose una y otra vez de las garras de la persuasión,
un quimérico del fraude, un charlatán de la ilusión.

Trastornos todos, concentrados en esencias amargas,
con restos de perfumes de almizcles rancios
y lluvias de pétalos secos para pociones de desamor,
trastornos que proporcionan;
un galimatias a los galenos más adinerados
un psiquismo poco convencional y peligroso
un afán desmedido por encontrar los caminos perdidos,
un desdén por el altruísmo
un deseo irrefrenable en caída libre
para poder parar un instante el tiempo de la desilusión.

Trastornos que vendería en el mercadillo del rastro
al mejor impostor que se los quedase eternamente.
Secuelas de trances ni místicos ni mundanos...
pero muy melancólicos y amargos.

Trastornos en días grises y lluviosos
donde los cristales rayados distorsionan mi realidad
enemistando mi alma, esperanza y conciencia
dejándolas en una malvada crisis... en espera de una grán catarsis.

martes, 18 de junio de 2013

Sentimientos congelados







Se congelará el infierno;
antes que encuentre un amor verdadero
una amistad sincera y una mano sin arrugas,
unos besos largos y un palpitar sin excusas.

Beberé de las aguas del Leteo
sin llegar a olvidar mis punzantes defectos
mis envidias corrosivas
y las corruptas amistades que al partir devuelvo,
se secará el río de las almas
antes que encuentre un amor verdadero.

No me sirven los vientos de bondades
ni las aguas mansas que acarician ideas falsas
ni los mensajes con agasajos
ni las "verdades" que se pegan como lapas...
Solo esperando tu caída para regocijo de harpías y chupasangres.

¡Maldita sea mi expiación!
y malditos todos mis reflejos en cristales rallados
viéndome como un zombi más,
marcando los pasos de esta podrida sociedad
en este teatro de la vida lleno de hipocresía y banalidad.

Se congelará mi alma
tiritará de frío mi cuerpo
se escarcharán mis sentimientos
aire gélido saldrán de mis pulmones...

¡A la mierda con todos!;

con las verdades vestidas de farsantes
con el amor procreando desunión
con la ponzoña que te espabila
y la ambrosía que se vuelve ácida
con los besos almibarados en azufre
y las palabras mezcladas con cieno y herrumbre.

¡Joder!
una congelación la sufre cualquiera.