viernes, 29 de julio de 2011

Necesito un día de amor carnal


A veces siento la fiera que llevo dentro
otras parezco un corderito manso
y las más de las veces...
me aborrezco por pensar
lo que tan siquiera he experimentado.

Puedo ser un volcán a punto de erupcionar
un géiser termal en constante ebullición
o una simple botella de cava burbujeante,
tres, por el precio de un día de amor desbordante.

Parezco un don Juan exultante
capaz de beber ríos de tinta en un poema aberrante,
dispuesto a palidecer delante de un tacón errante
o comer de los dedos de una matrona delirante.

Todo por un día de lujuria sin final
sacando mi monstruosidad de la opacidad,
un Dorian Gray rico y libertino
con un ferrari a la disposición de doña vulgaridad.

Ni un santo ni un diablillo cojo,
solo necesito experimentar lo no vivido
pudiendo irme al infierno tranquilo,
aunque no pase por un purgatorio...
Ni por el cielo como un engreído.

No tendré paz, si no paso por la oscuridad,
y no veré la luz
si mis sentimientos distorsionan mi realidad,
y la realidad es que mis deseos carnales
no apaciguan los canales por donde navega...
el barquero del Leteo... allá en el Hades.

¿Necesidad imaginaria
donde mis neuronas solo trasmiten
descargas descaradas en un cerebro
demasiado pecaminoso y jodido?.

¡Es posible!

Pero es mi cerebro,
es mi yo
y yo... soy el único responsable.

martes, 26 de julio de 2011

Besos hambrientos


El beso hambriento;
de un alma acurrucada en sus sentimientos
quebrantando las leyes naturales impuestas,
vespertino tempo de una partitura inconclusa
con melodías fugaces
de suspiros robados.

Sustancia incolora que se vuelve sabrosa
cuando sus alientos atraen esporas,
qué, en condiciones adversas se adhieren abrasivas
por la pasión desmedida de una melancolía añeja
en tiempos de las hespérides,
donde todo fortalecía los agasajos...
Cuando refulgían los jardines internos.

Tiempos felices... pero fugaces,
no perdonando las horas el paso de las manecillas
recorriendo sin pausa el reloj interno.

Besos de gula, si,
de probar los manjares que se me prohibieron;
de frutas rojas almibaradas,
de miel de las mejores colmenas de la Alcarria,
éxtasis de ambrosías,
locura que se vuelve placentera
cuando dos besos hablan,
se entienden
chocan y se sofocan,
cuando el más hábil
absorbe al que se deja...
"el más débil".

Besos distantes;
los tuyos,
los que me llegan al alma
cuando vuelan alegres y divertidos
trasportándose con las galernas de los sentimientos,
feroces y hambrientos como los míos
luchando hasta la extinción de sí mismos.

Siempre esperan latentes
evitando malas corrientes
captando el eco de sus destinos,
siempre atentos y raudos al ser llamados
para ser devorados por bocas hambrientas...
De caricias y agasajos eternos.

miércoles, 20 de julio de 2011

Me cuesta reconocerme


Cuesta ver ya mis cimientos,
desgastados de tanto sol y sombra
añejados por el tiempo que no perdona,
se quiebran los huesos de este dolmen
y se adoquinan las grietas de mis manos.

Las inspiraciones penetran difusas
y la tinta se resbala en versos furtivos;
como semifusas en partitura cíclica
sin un final plausible donde descansar...
Nadando en un adagio sin esperanzas.

Parezco un sonámbulo despierto
viviendo sin vivir lo que veo,
un trapecista sin parar de saltar
de cuestión en cuestión,
solo respuestas para un posible futuro
Que no me dan la paz... sino el consumo.

Solo siento la penumbra
que no deja pasar los destellos etéreos
para que mi inteligencia absorba
los fundamentos básicos universales,
distorsionados estos en mi cerebro
como conceptos abstractos en estructuras helicoidales.

Todo son secuencias bien planificadas
¡tanto!,
que me siento un charlot apretando tuercas
en una cadena de montaje sin final.

¿Me habré tomado algún alcaloide
sin darme cuenta de sus postreros efectos?.

¿O me falta algún eslabón en mi ADN
y el constructor no se dio cuenta?

O sencillamente...
el polvo de mis futuras cenizas...
Reclama el de mis huesos hechos trizas.

lunes, 11 de julio de 2011

Irreal realidad o viceversa


Hay días que nada siento,
soy inerte al destino impuesto
pájaro enjaulado con ojos fijos
en mis barrotes carcelarios,
entre melancolías y otras sandeces
se van las horas que escapan
en un laberinto de pensamientos distorsionados.

La realidad se encumbra con honores ficticios
y lo transversal no sigue el paradigma establecido,
revocando continuamente
las leyes impuestas a bombo y platillo,
mientras se fuman un pitillo
los perros de paja...
Lacayos de un destino esquemático.

Nada es lo que tendría que parecer,
nada es... nada,
en un universo eterno
caben tantas posibilidades de realidades
como átomos en su concepción,
¿dónde se encuentra la suprema verdad real?,
¿en la mente de los soldaditos de plomo
manejados por hilos de las Parcas y seguidores?
o en las oscuras profundidades
donde un yo encerrado a cal y canto...
¡grita por salir de su aislamiento!.

Realidad subjetiva
o
irrealidad objetiva.

Todo un galimatías
para mentes irracionales,
donde una idea extraña o absurda para éstos
puede ser auténtica en el devenir de los tiempos,
llegando a crear una paradoja
entre el sentido común y la opinión general...
Entre lo racional y lo irracional.

lunes, 4 de julio de 2011

El amor humano, es una utopía para mí


El amor humano es un horizonte sin final
un umbral infranqueable en gris-sepia
una lágrima tan larga como un espagetti sin cortar
una cascada de burbujas tóxicas hasta reventar.

El amor humano para muchos;
es un imposible de armas tomar
un caleidoscopio de acciones y reacciones
en cristales de tantos colores...
Que jamás aciertas cual te gusta más.

Es la ansiedad del joven
el ataque de pánico en la vejez
y las nostalgias de lo que pudo ser...
pero que jamás se realizó,
siendo la paranoia del inconsciente
y la sombra oscura que se cierne en el consciente...
En el borde mismo de la bendita muerte.

Es el hartazgo de los ecos que chocan en tus neuronas
de frases hechas y palabras deformadas
de aires mezquinos y fragancias saturantes
de sentimientos sin sentido
y de alabanzas a porrillo.

El amor humano;
me suena a humo de hierba seca
llenando mis pulmones de etéreas esencias,
no deja huella
porque es transparente,
ni mal sabor de boca...
Porque nunca le he hincado el diente.

sábado, 2 de julio de 2011

Decepción


Creía ver sin abrir mis párpados,
creía que todo estaba atado en nudos gordianos,
que nada ni nadie podría entorpecer
el crecimiento de las semillas implantadas
en las alquimias de esta fecunda humanidad.

Creía que todo se fundía en un todo existencial
en un emblemático jardín de las hespérides,
más la vacuidad mental de muchos excéntricos
no les permite anidar más allá de sus rebaños...
Convirtiéndose en lobos ciudadanos.

Perros carroñeros de paja y brea,
falsos profetas del mundo de Maya,
manejan a su antojo, los anhelos de los semi-vivos
coartando el vuelo libre de los más listillos,
etiquetando sus conciencias...
con luminosos parpadeantes,

¡aquí , los ingratos y adoradores del bien común!.

Restringiendo sus derechos y libertades;
como pájaros enjaulados
a punto de ser vomitados por las fauces millonarias,
sin más remedio que agachar sus picos
intentando revolotear en otros lares...
Donde alguien crea en ellos y sus posibilidades.

Creía en la luminosidad de sus emblemas
como la luz mediática del universo en este sistema,
creía que el caos era una quimera
y la existencia una semilla imperecedera,
creía... pero estoy dejando de creer,
ya mi conciencia se obnubila
y mis delirios de grandeza humana...
Se yuxtaponen con la imbecilidad y vileza.