sábado, 5 de marzo de 2011

Simientes


Vientos que cruzan desmedidos
en las simientes del olvido,
haciéndolas brotar por el abono de mi apatía
regándolas con las lágrimas del rocío de mis entrañas...
Siendo tú, la que obnubilas estas nubes solitarias.

Los rayos del astro rey intentan quemarlas
sin soliviantar los grises de sus tinieblas,
haciendo un traspaso de potestad a la naturaleza...
mi naturaleza humana, débil pero con poder de liberar esa carga
en el crepúsculo del tiempo que me és concedido para desterrarlas.

Pero todo en este mundo es relativo... no absoluto,
y gracias a tí, puedo aligerar mi bagaje sentimental
pesando como mi sombra, la que eternamente me acompaña,
la que se siente ansiosa y furiosa cuando tu luz la traspasa...
Cuando te me acercas en fulgurante rapidez con tu mirada.

Por eso estoy siempre en guardia y pertrechado de mis sentimientos,
de mis contínuos pensamientos que florecen de un alma enamorada
en los albores de un nuevo ciclo sin dislocaciones temporales
que hagan volver mis delirios antes que las golondrinas a sus nidos...
En esta próxima primavera de sensaciones y renacimientos escondidos.

Incólume pasan estos tiempos de claroscuro en mi conciencia
sin desviaciones en los caminos de tiempos consumados,
estando todavía en plenas facultades para seguir luchando
en pos de un amor que siéndome negado en mis anteriores etapas...
Hay posibilidades de reducción de pena...
desde que tu esencia, hizo germinar simientes de amor nunca conocidas.

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